“Predica con tu vida…”
Es posible que tu dependencia en Dios y la confianza que tienes en Él en medio de las circunstancias sea justo lo que los que te rodean necesitan ver para saber que el Dios que les sirves, el Todopodero es real. Le pedimos a Dios que salve a nuestros seres queridos y que alcance a los que nos rodean, pero no sabemos cómo lo hará Dios. ¡Quizás Dios quiera usar ese dolor y sufrimiento que estas atravesando para inspirar a alguien a seguir creyendo! La adversidad no solo te hace sentir agradecido, sino que hace que tu fe aumente también.
Dios aún produce en ti empatía por los demás. ¡Comprenderás el dolor por el que pasan los demás y los dirigirás al que sana a los quebrantados de corazón! Tu testimonio será una señal de luz para otra persona y ellos encontrarán esperanza como tú también. Salimos de cada prueba más fuertes de lo que entramos. Si crees que la gente te está mirando, ¡solo espera hasta que pases por una dificultad! Todos los ojos estarán puestos en ti. ¡Esta es la oportunidad perfecta para predicar la palabra de Dios con tu vida! Es el momento perfecto para profesar lo que has creído todo el tiempo. ¡Y quizás con tu testimonio alguien se salve! Alguien llega a conocer al Dios al que sirves por la forma en que te comportas en medio del dolor. La gente verá si todavía perdonaste a los que te lastimaron, o si seguías creyendo en la palabra de Dios a pesar del diagnóstico. O si continúas adorando a Dios incluso mientras pasas por el dolor.
Nunca olvides esto: “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres;”
2 Corintios 3:2