Audiencia de uno…

 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. Gálatas 1:10

“Tu propósito en este mundo no es agradar a los demás”.

Me encontré con esta frase y me impactó porque a veces nos preocupamos demasiado por lo que la gente piensa o dice de nosotros, y empezamos a creer mentiras, a menospreciarnos y a perder de vista lo que Dios piensa de nosotros.

Quiero recordarte que los pensamientos de Dios sobre nosotros son más elevados y verdaderos y se encuentran en su palabra, La Biblia.

Cuando prestamos más atención a lo que la gente piensa de nosotros que a lo que Dios piensa de nosotros, estamos creando dioses de esas personas. (Este dios se escribe con d minúscula, lo que significa que son ídolos). Su opinión se ha vuelto más importante que la de nuestro Creador, nuestro hacedor. La estrategia del enemigo es hacerte ignorar lo que Dios piensa de ti. Caer en esta trampa es muy peligroso, y debemos romper ese círculo vicioso de querer la aprobación de la gente en lugar de la de Dios.

En este círculo vicioso de buscar la validación de los demás, intentaremos encajar para sentirnos aceptados y haremos lo que sea necesario para formar parte de algo. Empezamos a depender de la gente para llenar el vacío de nuestro corazón. Quiero recordarte hoy que Dios quiere hacer algo mucho más grande en tu vida. Él no quiere que encajes con el mundo. En cambio, nos asegura que encajamos perfectamente en sus planes, porque Él nos creó y nos ama.

Se dice que al 25% de las personas que conocemos nunca les caeremos bien, independientemente de lo que hagamos.

Pensar en esto puede ser desalentador. Al crecer, me costó mucho aceptar esto, porque me encanta amar a los demás. Fue difícil aceptar que alguien pudiera no estar contento conmigo o no querer buscar una amistad conmigo simplemente por ser diferente a lo que ellos quieren que yo sea. A lo largo de varios procesos en mi vida, aprendí que no todos me amarán en la forma en como yo los amo. Algunos no sabrán dar la misma cantidad de amor o pondran limites, por razones que desconocemos. Pero nosotros, como hijos de Dios, estamos llamados a ser agentes de amor y a sembrar la semilla del amor de Dios dondequiera que vayamos, incondicionalmente. Dios no nos llamó a ser populares. Dios no nos llamó a complacer a todos. Nos llamó a amar como Él ama.

Recuerden que Jesús no era querido por muchos, pero era amado por el Padre.

La Biblia dice en Mateo 5:46, “Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?” Esto quiere decir que amemos a aquellos que pueden ser difíciles de amar y aceptar. Tuve que aprender que no todos tenemos el mismo gusto. No todos tenemos el mismo corazón.

Gracias a Dios que el me mostró otra manera vivir: vivir para complacerlo, la audiencia de uno.

En esa misma encuesta, afirmaron que, aunque hay un 25% de personas que no te aprobarán, ¡hay un 75% que sí lo hará! Entonces me di cuenta de que eso no era nada comparado con el UNO que nunca me ha rechazado y nunca ha dejado de amarme. ¡UNO que se quedó cuando todos me dieron la espalda! UNO que pensó que yo era digna para dar su vida por mi en la cruz y que ha vencido al mundo por mí! ¡Mayor es el que está contigo que el que está en el mundo! (1 Juan 4:4)

Te lo aseguro: Dios te ama más y su amor no se basa en lo que haces por él. Él lo sabe todo sobre ti: lo bueno, lo malo y lo feo, y aun así te ama.

 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Romanos 5:8

Por eso vivimos para agradarle, porque Él nos ha amado PRIMERO.

Por eso vivimos para complacerlo, ¡porque Él nos ha amado como nadie lo ha hecho!

Por eso nunca debes permitir que las redes sociales, la aprobación de alguien ni nadie determine tu valor y afecte tu autoestima. Dios te ha llamado con un propósito, le gustes o no a la gente.

¿Recuerdas a José en la Biblia? Tenía el favor de Dios en todo lo que hacía porque vivía para complacer a la audiencia de uno: DIOS ❤️

La Biblia dice: “…Rama fructífera es José,

Rama fructífera junto a una fuente,

Cuyos vástagos se extienden sobre el muro.

Le causaron amargura,

Le asaetearon,

Y le aborrecieron los arqueros;

Mas su arco se mantuvo poderoso,

Y los brazos de sus manos se fortalecieron

Por las manos del Fuerte de Jacob

(Por el nombre del Pastor, la Roca de Israel), (Génesis 49:22-24) 💓

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